Al margen de lo común
ALGO PASA EN BARIQUÍ
Por Daniela Castro Mireles
Se me hizo muy difícil empezar esta columna, ya que
tengo demasiadas cosas que decir de una experiencia increíble que viví este fin
de semana, que me enseñó que así como hay cosas al margen de lo común también
hay cosas reales y tangibles como el amor, la unión y la perseverancia, que un
pueblo puede levantarse por el
compromiso de ayudar a alguien, que no es solo un alguien, podría decir desde
mi punto de vista que es un ser maravilloso lleno de eso que deberíamos de
tener muchos, valor de ser lo que queremos ser. No consigo palabras para
describir la cantidad de emociones que estuvieron presentes en mí este fin de
semana. Totalmente agradecida con la familia Hernández por dejarnos participar
en este sueño real.
Un viaje que nos pareció largo desde Naguanagua a Puerto
Cumarebo, en el estado Falcón, específicamente en Bariquí. Atentos al camino ya
que para todos los miembros de NawaraProducciones era primera vez ir hacia
allá. Entre risas y juegos ya pasábamos por los puntos estratégicos que nos
habían dado, contando los policías acostados llegamos a la entrada de San Pedro,
donde nos esperaban para subir a Bariquí, nos dividieron en dos grupos para
subir hasta el tan esperado pueblo. Al momento de subir la admiración del
paisaje de parte nuestra fue increíble, al saber que ese lugar que imaginas
cuando cierras los ojos existe, que se ve infinito pero que te llena de paz al
darte cuenta que hay cosas tan inexplicables que existen a nuestro alrededor .
Y fue así como llegamos a unas de las serranías más bonitas de Venezuela, donde
los bariquiseros nos adoptaron con el mismo afecto que nosotros a ellos. El
evento fue un total éxito todo el pueblo colaboró, la familia, los amigos,
todos con Miguel.
En Bariquí aparte de
buenas persona, parranda, hermosos paisajes también hay cosas extrañas. Y es que al caer la noche las calles se
oscurecen y todo se pone diferente, y empieza a darle forma a esa parte del
pueblo que no le gusta mucho a los visitantes pero que forma parte de él. Desde
entierro de morocotas, leñadores, oraciones, bolas de fuego y entre otras cosas.
Se escuchan estas historias de las personas más adultas de Bariquí.
En uno de los sectores de Santo Domingo, un caserío
vecino, dicen que exactamente en la parada del buey se ha visto a una mujer que
va y viene con un llanto tenue que paraliza.
Que con un libro de magia negra y algunas oraciones puedes ser un
sereton, pasar de hombre a animal pero si se cierra el libro estando transformado
no puedes volver a tu forma natural y quedar como animal hasta el final de tus
días. La bola de fuego que se ve en el sector 28. Los espantos que acompañaban
a la mata de Chirica, subiendo por la iglesia y los nombres de personas que
enterraron morocotas aun vagan entre las historias de estos hombres. Esto nos
demuestra que todo tiene un más allá de lo que podemos apreciar. Bienvenidos a
Bariquí.
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