Al margen de lo común
AL MARGEN DE LO COMUN: MAGIA PURA Y CLARA, MAGIA BLANCA
Por Daniela Castro Mireles.
Desde hace mucho tiempo las personas han buscado ayuda en la magia blanca ya sea para solucionar problemas de envidia, abrir los caminos, cuestiones de amor, dinero, entre otras.
Según Guy Bechtel, en todos los tiempos han habido varones y mujeres que decían tener poderes y practicar la magia. Desde sacerdotes hasta emperadores se arrogaban el título de mago. Había funcionarios estatales que trabajaban de adivinos o augures y se dedicaban a augurar quien sería el vencedor en la batalla. Eran magos. La brujería, en cambio, ejercida por gente de menor nivel cultural y económico, era vista como un subproducto de la magia. La gente recurría a los brujos y brujas para ahuyentar la mala suerte o mejorar las cosechas. En los principios se trataba de una brujería benéfica. Las brujas o brujos practicaban la llamada magia blanca. Esto se veía en Occidente tanto como en Oriente: en la Antigua Roma, en la Antigua Atenas, en el Antiguo Egipto e incluso en África existían talismanes contra el mal de ojo, amuletos, hierbas mágicas y pociones.
Recién con el cristianismo aparece el concepto de brujería como herejía religiosa ligado principalmente a las mujeres y el mago (magus) va dejando lugar al brujo (maleficus), con lo que el combate contra la magia se convierte en sinónimo de lucha contra el paganismo.
Aun en el presente se sigue creyendo firmemente en el poder de la magia blanca y sus beneficios. Es increíble la cantidad de personas que en pleno modernismo todavía le colocan azabaches y contras a los bebés para contrarrestar el mal de ojo. Todavía se cree en colocar el espejo frente a la puerta para que todas las malas energías se refleje en él y no entren a la casa. Si y es que en los países latinos la fé es cada vez más diversa y heterogénea, de acuerdo con diversos estudios que revelan el declive del número de católicos en relación con otras religiones. Mientras en 1991 se estimaba el número de católicos en 86% de la población venezolana, hoy ese número se calcula en cerca de 70%.
Este porcentaje demuestra la confianza en otras alternativas, sin dejar de creer en Dios, sino más bien buscando respuestas más rápida y estas respuestas parten de la magia blanca, la cual con algunas instrucciones puedes practicar tú mismo, pero en caso de inseguridad se debe acudir a un experto para que la petición tenga más fuerza. Podemos indagar en diferentes creencias y el valor que tienen en diferentes lugares, pero debemos tener presente que el piso de todo esto es la Fe, mientras que pidas con amor, confianza y seguridad todo se dará con la misma fuerza que lo deseas.
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