Menos es más
¿Y SI JUGAMOS A SER NIÑOS DE NUEVO?
Por Kleibs J Blanco.
¿Recuerdas lo feliz que eras cuando jugabas bajo la lluvia?, ¿las veces que con tus primos o hermanos te ponías a contar los carros que pasaban diciendo "¡Ese es mío! ¡Ese es mío!"? O mejor aún, ¿escuchar pasar al heladero y salir corriendo a pedirles a tus padres que te compraran un helado?, piénsalo ¿Recuerdas cuando bonita fue tu niñez?
Muchos no la recuerdan y es que el estrés del día a día, la rutina y el “crecer” nos hace olvidarnos de los tiempo donde la sencillez de una sonrisa era más importante que el mensaje de Whatsapp, nos hace olvidarnos que antes nuestras madres nos decían "MUCHACHO 'EL CARRISO ENTRA A COMER" en vez de enviarnos un texto como ahora lo hacemos con nuestros hijos. Se nos olvidó NO DEJAR MORIR NUESTRO NIÑOS INTERIOR. Ya no nos asombramos con un atardecer, ya no somos tan inocentes y dejamos de creer en las personas. Quien deja morir su niño interior muy difícilmente perdona a los demás cuando cometen errores y mucho más difícil es olvidar esos errores y avanzar. Ahora somos más prejuiciosos, juzgamos a los demás por su apariencia física o por su posición social y ni hablar de la sinceridad, la confianza, la espontaneidad, la imaginación. Todo esto poco a poco lo hemos perdido en esta sociedad que dia a dia nos exige cosas, comportamientos, acciones que aunque no queramos, las cumplimos solo para que la sociedad no nos discrimine.
Pablo Neruda decía ““El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió, para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta.”
No dejar morir el niño interior es sencillo y hasta vital en estos tiempos tan violentos que vive la humanidad. Recordemos siempre que somos seres cambiantes y que todo cambio puede manejarse de manera positiva o negativa. Mi decisión de vida hace algunos años fue: TODOS LOS CAMBIOS DE MI VIDA SERAN POSITIVOS, como cuando era niño y mi mama me regañaba yo siempre aprendía que lo hacía por mi bien.
Hoy es la vida la que nos regaña, querido lector, querida lectora, debemos como niños SONREIRLE, te invito HOY que me lees, a vivir este día como niño una vez más, sal a la calle hoy con la imaginación activada, con la sencillez y la humildad de aceptar que las demás personas crecieron pero que tú vives feliz siendo UN PEQUEÑO ADULTO, ¡hoy asómbrate! A las 6 de la tarde acuéstate en el suelo y ve el atardecer, ¡hoy entusiásmate! Tomate el tiempo de hacer algo que no habías hecho porque no te sentías capaz de hacer, “hay más satisfacción en fallar haciendo algo que quieres, que en ser exitoso en algo que no te gusta”. Y si tienes hijos ¡hoy juega! Haz a un lado tus ocupaciones y juega con tus hijos, pero no con un video juego ni con un juego de mesa ¡NO! Hoy juega con ellos y su imaginación.
¡Se espontaneo! Al menos por este día, ¡Confía en alguien! Aunque sea un desconocido ¡HOY es tu día para REVIVIR a tu niño interior! ¿Qué pasaría si hoy pudieses abrazar a un homosexual, un indigente, alguien a quien normalmente no abrazarías? HAZLO si tienes la oportunidad de doblegar tus prejuicios al menos por un segundo, eso sería sonar la alarma del despertador de tu niño interior, te invito mi querida amiga, mi querido amigo que nos lees todos los lunes a aprender hoy de algún niño o mejor aún a aprender hoy a ser un niño.
“Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.” Paulo Coelho
Esto fue todo por hoy no olvides leerme la semana que viene, desde mi fuerte contra zombis usando toda mi imaginación me despido. Kleibs J Blanco.
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